Ábside de Sant Serni de Tavèrnoles
A pocos metros de la población urgelense de Anserall se levanta, de manera imponente, una parte de la que fue la importante abadía benedictina de Sant Serni o Sant Sadurní de Tavèrnoles. Sorprende la monumentalidad de la edificación que queda en pie, restaurada entre el 1971 y el 1975, más aún si tenemos en cuenta que lo que vemos es sólo la cabecera de la iglesia abacial. Ello nos da fe de la importancia que tuvo este monasterio, en sus épocas de esplendor. Su situación, en la mitad del antiguo camino real de la Seu a Andorra, lo debería convertir en un sitio de acogimiento y hospedaje, de aquí, probablemente, el nombre de Tavèrnoles derivado del vocablo latino "tasca". Por otra parte, era costumbre orientar los monasterios de modo que la cabecera de sus iglesias quedara apuntando al esta. La abadía de Sant Serni de Tavèrnoles, sorprendentemente, no cumple esta norma, puesto que la parte del ábside queda orientada al oeste, seguramente obligados por las condiciones del terreno. De la nave central no quedan prácticamente vestigios así como tampoco hay ningún rastro de su claustro, el cual por lo visto, se encontraba situado en la ala sur de la iglesia. La falta de una documentación más preciosa, hace que se desconozcan sus orígenes. Lo que si sabemos seguro es que ya existía a principios del siglo IX.
A pesar de ello, creemos que es de origen visigótico, y que intervino en la cuestión adopcionista del obispo Félix de Urgell (782-99), según explica la "Gran Enciclopèdia Catalana", que añade "los orígenes son muy confusos, debido a las falsificaciones de documentos hechas por sus monjes con el fin de obtener la inmunidad episcopal”.  
La iglesia abacial fue consagrada hacia el 1040, construyéndose un gran claustro durante los siglos siguientes. Dónde no llega la historia hace acto de presencia la leyenda. Así pues, se comenta que el claustro de la Catedral de la Seu de Urgell es el de Sant Serni de Tavèrnoles Quizás sólo es esto, una leyenda, pero lo que sí parece ser cierto, es que ambos claustros eran gemelos. Todo indica que del claustro de Sant Serni sólo quedan algunos capiteles, repartidos entre Barcelona y América del Norte, un frontal, conservado en el "Museu Nacional d’Art de Catalunya", y otros piezas notables, expoliadas en el largos siglos de abandono de la casa. El esplendor del monasterio se mantuvo hasta el siglo XIII, entrando después en una fuerte decadencia a lo largo del siglo siguiente. El número de monjes disminuyó de doce a seis y acabaron por ser sólo cuatro. Su último abad fue Llorenç Tomàs y Costa, elegido en el 1564. 
El papa Climent VIII secularizó la abadía en el 1592, después de algunos años abandono, y unió sus rentas al seminario de la Seu de Urgell, quedando en Tavèrnoles una vicaria permanente. En la Seu se han salvado algunos de sus documentos y en especial el cartulario de la abadía, publicado el 1964 . La restauración de la iglesia, tras permanecer dos siglos en estado ruinoso, se inició el año 1971 con una cierta polémica ocasionada por la solución empleada para resolver el cierre de la cabecera, construyendo un muro de piedra con una puerta de acceso desde la teórica nave central, hoy desaparecida. Posiblemente hoy en día se hubiera optado por la colocación de un vidrio transparente, como se acostumbra a hacer en restauraciones más recientes. No deja de ser curiosa también la base redonda del campanario, que la restauración dejó al descubierto descubierto. En su sitio, había hasta entonces un campanario totalmente cuadrado, ignorandose la existencia del original, de planta circular.

 
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