Los "raiers". Hasta comienzos del siglo XX, Coll de Nargó fue, junto con el Pont de Claverol, en la Noguera, el núcleo más importante de "raiers" de Catalunya. De aquel arriesgado oficio, consistente en bajar madera por el río, se conservan los recuerdos y los vestigios que podéis ver en el Museu dels Raiers, integrado en la Ruta de los Oficios de Ayer. Además, la Asociación de Raiers de la Ribera del Segre organiza cada año la bajada de dos rais entre los Clops de Fígols y el Pont d'Espía. Esta fiesta tradicional se celebra habitualmente el tercer domingo de agosto. Si queréis más información clicad en el vínculo.
El románico. El municipio de Coll de Nargó es uno de los más ricos de todo el Alt Urgell en monumentos románicos, (es por ello que le dedicamos una sección especial en esta web) podéis acceder desde el menú de principal o clicando en el vínculo "El románico", o si queréis información más detallada de Sant Climent haced el mismo.
Las Cuevas de Ormini. Situadas en el estrecha lengua de tierra que delimitan la sierra de Sant Joan al sur, mirador sobre Montanissell, y la sierra de Ventanas al norte, airosa atalaya del valle de Cabó. Las encontraremos pasada la casa del Pitarell, hacia poniente, tras la Font Freda, a la derecha. Las cuevas de Ormini se pueden considerar como de las más grandes de la comarca, con espaciosas salas y formaciones de estalactitas y estalagmitas allende. Se encuentran columnas muy anchas y formas bien curiosas. El fácil acceso, a raíz de la instalación en ellas de unas escaleras metálicas en los años setenta, ha permitido que visitantes poco respetuosos, y otros, hayan escrito nombres en sus paredes. Desde finales de los años noventa, a fin de evitar más degradación el acceso ha estado cerrado con una puerta y la llave para poder visitarlas se encuentra en Montanissell. Es necesario traer linterna y ropa vieja, e ir con mucho cuidado, puesto que hay pendientes resbaladizas, si bien no representan ningún peligro.
Coll Piquer. En estas agujas de roca, conocidas como los Gegants (gigantes) de Coll Piquer, los practicantes de la escalada tienen un escenario privilegiado para disfrutar. Se hallan a poco más de un kilómetro del pueblo y se accede directamente desde Coll de Nargó siguiendo el itinerario que sale por la calle de la Unión, desde la parte alta del pueblo y pasando por el Roc Roi y la Portella, subiendo por el "obac" del Balo hasta Coll Piquer. Quién quiera notar bien de cerca las sensaciones de la naturaleza, puede subir a Coll Piquer y sentarse un rato contemplando el entorno. Además de los escaladores, Coll Piquer es recomendable de visitar por la tranquilidad que se respira en su entorno, sobre todo cuando el sol llega a Coll de Nargó por la espalda.
Dolmen de Coll de Roget. Los dólmenes, también denominados megalitos, que significa "piedras grandes, son tumbas de tres y cuatro mil años de antigüedad. Se enterraban en ellos, seguramente, los cabezas de los grupos de pastores que, en aquellos lejanas épocas ja cuidaban rebaños de ovejas y cabras.
La comarca del Alt Urgell es, con el Empordà y el Solsonès, la más rica en dólmenes de toda Cataluña. En el termino de Coll de Nargó se encuentran en abundancia, principalmente en lo alto de las sierras, lugares altos y con buenas vistas y también en collados y pasos de caminos muy antiguos, que es donde donde los acostumbraban a construir.
El de Coll de Roget, a pesar de ello, lo encontramos casi en el fondo del valle, entre la casa de Fenollet y Montanissell.
Se encuentra rodeado de un paisaje espectacular, reforzado por la sierra de Sant Joan, tocando el Forat del Pitarell, que, para la gente del país no significa realmente agujero, sino lugar de paso encajado, de caminos o de ríos, hacia otros parajes.
Gavarra. Si en el término de Coll de Nargó hay un lugar que cautiva tanto la vista como el espíritu, este es sin lugar a dudas el pueblo de Gavarra. A pesar de encontrarse a treinta kilómetros de la capital del municipio, la estrecha carretera de acceso, que passa por Valldarques, nos ofrece unas vistas magníficas de media comarca del Alt Urgell que merecen la pena. Casi llegando a Gavarra, la primera imagen que se nos presenta es un monticulo coronado con unas casas de piedra de color cobrizo y tejados también de piedra. Destaca, como una señal de humanidad antigua, la redonda torre del campanario, que forma parte de la iglesia de Sant Sadurní o de Sant Cerni.
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